El Área de
Educación de Izquierda Unida reclama una apuesta decidida de las
administraciones educativas por una educación afectiva sexual basada en el
respeto, la igualdad y la libertad.
Las
agresiones sexuales siguen siendo un grave problema social en pleno siglo XXI,
y sentencias como la del tribunal navarro ponen en evidencia la urgente
necesidad de cambios estructurales en nuestra sociedad, entre ellos los
realizados a través de nuestro sistema educativo como agente transformador de
los valores y conductas humanos.
La Educación, como concepto
amplio, no sólo se ejerce
en la Escuela. Partimos
del principio de que para
educar se necesita a toda la sociedad, pero también queremos reafirmarnos en el papel
esencial que los
centros educativos deben
desempeñar en la construcción
de unas relaciones afectivo sexuales
basadas en el respeto, la
igualdad entre sexos y la
libertad.
Para
las mujeres y los hombres que integramos
Izquierda Unida, la
educación sexual no puede
ser entendida al margen de
una concepción de los
géneros que respete
la diversidad y cuestione
la ideología patriarcal dominante
que ha impregnado también los programas
de educación sexual. En este sentido, cualquier propuesta de
Educación Sexual desde
la perspectiva de
género debe abordar
las relaciones de
poder asimétricas, la división de los espacios público-privado en
función del género, la construcción social del deseo o el aprendizaje de la
masculinidad y la feminidad desde modelos de dominación-sumisión.
La reciente
sentencia en Navarra no es un caso aislado. Son muchas las decisiones
judiciales que consideran que una mujer miente al denunciar una violación, que
hacen interpretaciones sobre cuándo existe disfrute, coacción, miedo o
violencia sin tener conocimientos sobre las relaciones entre los géneros ni
sobre cómo la pornografía es la verdadera escuela de sexualidad, desigualdad y
dominación en que se forman la población joven y adulta en nuestro país.
Solo en los parámetros del cine porno las violaciones en grupo aparecen como
deseadas por una mujer, en él se construye el deseo como posesión de los
cuerpos femeninos, y constituye además la pedagogía y el marketing idóneo para
la prostitución.
Es
urgente para el futuro de nuestra sociedad dar un impulso decidido
a los
programas del educación
sexual en los centros
escolares y abordar desde la educación todas estas cuestiones. Aún
tenemos pendiente que la legislación sobre violencia de género recoja las
violaciones como una de sus manifestaciones habituales, aunque la Ley orgánica de salud sexual y
reproductiva de 2010 establece que la salud sexual requiere un entorno libre
de coerción, discriminación y violencia, y establece en su capítulo III la
responsabilidad del sistema educativo en la construcción de nuevos modelos de
sexualidad.
Recordamos
también que el concepto educación permanente se refiere al aprendizaje a
lo largo de la vida, y que los poderes públicos deben asegurar el cumplimiento
de las diversas leyes que obligan a diferentes profesionales a formarse en la
edad adulta sobre cómo afecta el género a las disciplinas en que ejercen su
labor. Ello incluye al profesorado, la judicatura, administración, cuerpos de
seguridad, personal sanitario, etc.
Respecto a
los Centros Escolares, todas las leyes educativas han integrado con mayor o
menor relevancia los contenidos sobre educación sexual en los currículos de
Educación primaria y secundaria. Falta el
compromiso decidido de la
administración educativa para impulsar estos programas
y la implicación de las direcciones, los claustros y el
conjunto de la comunidad educativa para
profundizar en su puesta en
marcha. Además, los centros escolares
necesitan contar con
profesionales específicos en Educación
para la Salud (EpS), que
de manera permanente
estén en los colegios
e institutos. Esto supone
un incremento de las
plantillas y por tanto del gasto educativo, incompatibles con la
cicatera política de
inversiones, que vuelven
a confirmar los PGE
de 2018 presentados por el Gobierno a las Cortes
Generales, y los recortes
presupuestarios que la
Escuela Pública viene sufriendo en los
últimos años.