Izquierda
Unida apoya la huelga educativa, y llama a la movilización permanente.
Hay
razones para la huelga: una ley de educación impuesta, recortes de personal y
medios en la educación, y un ataque a la educación pública desde sectores que
piensan que la educación puede ser un negocio, defiende Izquierda Unida.
Cádiz,
09 de marzo de 2017. Izquierda Unida apoya la huelga
educativa, y hace un llamamiento a la movilización permanente. Desde el Área de
Educación de IU se manifiesta que la huelga del 9 de marzo debe ser un hito en
defensa de los motivos que la sustenta, pero que es fundamental el mantener una
movilización continuada en el tiempo
tanto en la calle, como en los centros educativos.
Izquierda Unida
manifiestan que sobran motivos para la huelga y la movilización. Uno de ellos
es una ley de educación impuesta (LOMCE), que se fraguó en plena mayoría
absoluta del Partido Popular sin un consenso social ni político, ni la
participación efectiva de la comunidad educativa. Esta Ley, modificada parcial
y temporalmente, pero aún en vigor, implanta un sistema de titulación basado en
pruebas finales que desvirtúa el principio de evaluación continua, rebaja la
educación del estatus de derecho al de servicio, y hace a la escuela menos
inclusiva.
Los recortes de personal
docente y no docente, de medios, y de recursos económicos es otro de los
motivos que sustentan la huelga. A lo largo de los últimos años, los gobiernos
han recortado las plantillas, en algunos casos hasta un 10% de las plantillas,
lo que está provocando unas peores condiciones de trabajo del personal. Además,
el sistema de sustitución del profesorado en caso de ausencia es un claro
ataque al derecho a la educación que tiene el alumnado, pues no se puede
sustituir a una persona ausente hasta pasado 10 días lectivos (unas dos semanas
naturales). Unidos a los recortes de personal, están los recortes de medios y
económicos: se ha tenido que implantar una enseñanza, la Formación Profesional
Básica, en muchas ocasiones con el esfuerzo económico de los fondos de
ordinarios de los centros públicos, fondos que han ido disminuyendo de forma
importante.
Mientras que el dinero que llega a los centros disminuía, los
costes aumentaban por el efecto del aumento del tipo impositivo del IVA y por
la subida de los precios.
Izquierda Unida apuesta
por una educación que se imparta en centros de titularidad y gestión pública,
con unos servicios también de titularidad y gestión pública. Por ello propone
incorporar a los centros concertados en la red pública, de forma que estos
centros tengan la posibilidad de transformarse en centros de titularidad y
gestión pública, o bien dedicarse a la educación desde el sector privado, pero
sin el sostenimiento económico público que hoy disfrutan; con ello se
garantizarían los derechos del alumnado y las familias a la hora de su
escolarización, y los derechos de los trabajadores de los centros actualmente
concertados. Paralelamente, se debe iniciar un proceso de rescate de los
servicios privatizados por la Junta de Andalucía que afectan a los centros
educativos.
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