domingo, 8 de mayo de 2016

IU contra las reválidas.

IU denuncia el maquillaje electoralista que el PP da a las reválidas, manteniendo la filosofía segregadora de la LOMCE

Ante las nuevas elecciones, con ocho comunidades autónomas insumisas a la LOMCE y sus reválidas, junto al rechazo de la comunidad educativa y de expertos en educación ante una ley impuesta y regresiva, el Gobierno simula recular, como maniobra electoralista para un futuro pacto neoliberal con Ciudadanos, pero que no varía en nada la filosofía de fondo de la LOMCE profundamente segregadora, excluyente y competitiva.

El hecho de que Mendez de Vigo y su equipo planteen ahora que estas pruebas pierdan parte de su carácter centralista y uniformizador, o acepten no publicar los ránquines con los resultados de las reválidas, no significa que haya variado la filosofía que anima este tipo de pruebas, que supuestamente buscan “elevar” los resultados educativos, mediante un control burocrático de las prácticas escolares y la profesión docente. Este tipo de pruebas estandarizadas sólo sirven realmente para fomentar un aprendizaje fundamentalmente memorístico y descontextualizado, que es el que pueden medir este tipo de evaluaciones.


Las investigaciones demuestran que, a pesar de los recursos invertidos en este tipo de evaluaciones estandarizadas desde la década de los 90, no hay mejoría consistente y/o significativa en los resultados escolares de los países, en los campos o aspectos evaluados. Más bien se observan efectos negativos, así como debilidades técnicas, pues sólo tienen en cuenta lo que el alumnado hace en el momento de realizar las mismas.

El problema añadido, como denuncian múltiples profesionales de la educación, son los efectos negativos colaterales de estas evaluaciones estandarizadas: a) la deslegitimación de la función docente y la desconfianza hacia el profesorado que tiene contacto directo con el alumnado, pues se recurre a otros profesionales; b) la degradación de contenidos: se acaba estudiando lo que se somete a examen, y se centra el tiempo y los esfuerzos docentes en preparar tales exámenes; c) el coste económico para el sistema, tan alto como inútil, por la realización de las múltiples pruebas externas; y el coste para las familias del alumnado que haya suspendido, cuando tengan que pagar academias para repetir la reválida; d) la publicidad de estas pruebas convierte la evaluación en un mecanismo de competición entre centros y no de cooperación, y en un dispositivo de clasificación y segregación del alumnado y los centros escolares.

Estas pruebas buscan en última instancia identificar, etiquetar y seleccionar a aquel alumnado que tiene problemas de aprendizaje de cara a su futura selección definitiva en la secundaria, máxime con el recorte de apoyos y recursos que acompaña a esta ley, que ya se cifran en 8.000 millones de euros. Las reválidas están inscritas en un modelo neoliberal, tecnocrático y conservador, centrado en pruebas estandarizadas, que ha sido importado acríticamente en nuestro país, justo en momentos en que dichas pruebas son debatidas, cuestionadas y refutadas en EE UU y en diversos países europeos, porque no suponen ninguna mejora en los resultados.

Desde el Área de Educación de Izquierda Unida seguimos apostando por otra Educación posible y trabajando con el resto de la comunidad educativa en el proyecto común de una Ley Educativa de tod@s y para tod@s en el que el protagonista real de todo el proceso sea el alumnado y la comunidad educativa y no la ideología neoliberal dominante al servicio de un mercado precarizado y un modelo de sociedad injusta y desigual.

Trabajaremos para que este decreto se quede en nada después de las elecciones, exigiendo a todos los partidos que se comprometieron a derogar la LOMCE, que cumplan su compromiso.

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