El "pacto de los montes" del ideólogo
neoliberal de C's, Luis Garicano, acogido inmediatamente por el PPSOE, trata de
escamotear aspectos centrales del debate educativo, empezando por el blindaje
de la enseñanza privada concertada, un negocio en manos de la jerarquía
católica. Con la excusa de no tocar “asuntos cuña”, proponen mantener ciertas
cuestiones (religión, conciertos y modelo lingüístico) tal como las ha impuesto
el PP en su LOMCE, despreciando de entrada el clamor de la comunidad educativa
por su derogación.
Si el
Pacto Educativo PSOE-C’s del 24 de febrero de 2016 supuso que el partido de
Pedro Sánchez asumiera en gran medida las políticas neoliberales y
privatizadoras de Ciudadanos, también en materia de educación, lo que ahora
propone C’s (con PSOE y PP de palmeros) va todavía un paso más allá, mostrando
a las claras la hegemonía del ala más conservadora de este Partido.
En el
frustrado "Acuerdo de gobierno" con C’s, el PSOE ya incumplía su
compromiso de derogar la LOMCE, dado que sólo se planteaba paralizar su
implantación "en aquellos aspectos que no hayan entrado en vigor" (un
10%); a la vez que concedía más ayudas para comprar libros de texto,
contribuyendo al negocio editorial; extendía la educación infantil 0-3 años sin
garantizar su carácter público, lo que posibilitaría el incremento de conciertos
en ese ciclo; seguía sin considerar la educación de 0-6 años como una etapa
educativa plena y con sentido propio; no revertía la expulsión de las familias
de la participación en centros; seguía potenciando un modelo bilingüe selectivo
y segregador; mantenía el emprendimiento empresarial en la escuela; impulsaba
la gestión empresarial de Universidades (la “gobernanza”) y privatizaba aún más
la Universidad apostando por su financiación en función de la demanda
empresarial (de acuerdo con los empleos logrados y la investigación
conseguida). Y ahora avanza todavía más en su alejamiento de planteamientos
educativos de equidad, laicidad, participativos y democráticos.
Este
pretendido “pacto de los montes” C’s-PPSOE utiliza el eufemismo de “dejar
fuera” del debate, con la excusa de que son temas “espinosos”, aquellos
aspectos que suponen una cesión clara a la ideología y las políticas más
conservadoras y neoliberales del PP. Es decir, se trata de no cuestionar y, por
tanto, de blindar y mantener lo que el PP ha mantenido y potenciado hasta
ahora: el incremento de la financiación pública de la enseñanza privada, un
sector en manos de la jerarquía católica casi en su totalidad; la pervivencia y
ampliación del adoctrinamiento en la escuela; o mantener el modelo lingüístico
educativo del PP. Justamente algunos de los ejes básicos por los que se ha
movilizado la comunidad escolar contra un modelo educativo neoconservador y
neoliberal, impuesto a sangre y fuego por el sector más extremista del PP,
liderado por el exministro Wert.
De
esta forma el PSOE no solo incumple sus compromisos electorales (“donde dije
digo, ahora digo Diego”) y da la espalda a los esfuerzos de la comunidad
educativa que han protagonizado tantas movilizaciones exigiendo la derogación
de la LOMCE que tanto daño está haciendo a la educación pública; sino que, bajo
el disfraz de un falso “Pacto”, que no es sino cesión a los principios más
rancios del movimiento nacional católico, Sánchez lo que busca es investirse
como presidente, sacrificando y utilizando como moneda de cambio la educación y
lo que sea necesario para auparse a la presidencia del Gobierno, porque
seguramente piensa que ésta es su última tabla de salvación.
Resulta
especialmente lacerante que en este pseudo pacto de cesión progresiva a la
ideología más conservadora, brille por su ausencia toda referencia a los
brutales recortes en educación impuestos en los últimos años desde los
gobiernos de turno. El PSOE deja también en el baúl de los recuerdos el
compromiso de revertir el recorte de los más de 30.000 profesionales de la
enseñanza despedidos y de los casi 8.000 millones de euros recortados en la
educación pública.
Hasta
el ministro del PP parecía más “progresista” en la Semana de la Educación,
auspiciada por la patronal de la educación privada Santillana, alegando que
"en el ámbito educativo es necesario contar con todos los grupos, sectores
y organizaciones educativas”. Animamos pues a todos estos políticos, ajenos al
sector educativo, y que tanto pontifican sobre pactos, que lean el ‘Documento de bases para una nueva Ley de
Educación, Acuerdo social y político educativo’, que ha sido
consensuado, durante dos largos años de debates, por la comunidad educativa,
los movimientos sociales, los sindicatos, especialistas en educación, partidos
políticos y mareas verdes, para establecer un nuevo marco legal que dé, por
fin, estabilidad al sistema educativo español. Lean, lean y aprendan de la
comunidad educativa, que sí sabe impulsar y lograr pactos por la educación,
aunque luego algunos de sus firmantes, como el PSOE, se desdigan un día sí y
otro también. Ese es el problema. Que se anteponen los intereses partidarios o
personales de poder a las necesidades de la sociedad, de las futuras
generaciones y de la comunidad educativa.
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